1. Protégete contra la contaminación
Tu piel es tu barrera más externa, por lo que es uno de los primeros y más grandes objetivos para la contaminación del aire. Y la exposición prolongada y repetitiva puede tener un efecto negativo en la piel. Piensa en arrugas, pigmentación, sequedad e irritación. Además, la contaminación puede ser un problema mayor en invierno. ¿por qué? En días fríos y tranquilos, es menos probable que las partículas se dispersen, lo que aumenta los contaminantes a nivel de suelo.
Si vives o trabajas en una ciudad, elige productos que creen una barrera, para ayudar a prevenir que los entes irritantes ingresen en la piel.
Si ese brillo otorgado por el sol se ha desvanecido y tu palidez invernal se ha establecido para revelar manchas solares y otra pigmentación de la piel, es hora de corregir tus pecados del verano. Muchos dermatólogos consideran el Retinol como un ingrediente de cuidado de la piel ideal para una serie de problemas, incluida la pigmentación.
El uso de este producto puede hacer que tu piel sea más sensible a los rayos UV, por eso el invierno, cuando es probable que pases más tiempo adentro y tu exposición a los rayos UV sea menor, es ideal para probarlo (solo debes asegurarte de aplicar protector solar cuando salgas).
Para empezar, aplícalo sólo algunas noches durante la semana después de la limpieza, luego hazlo cada noche mientras tu piel se acostumbra (al principio puede causar enrojecimiento y resequedad).
Probablemente sea lo último que tienes en mente, pero los expertos están de acuerdo en que la protección contra los rayos UVB, que causan quemaduras solares, y los rayos UVA que dañan a nivel más profundo, pueden provocar arrugas y pigmentación.
Los niveles de UVB y el riesgo de quemaduras son bajos en esta época del año, pero como los rayos UVA pueden penetrar las nubes y el vidrio de la ventana, es aconsejable el uso de una crema hidratante con calificación UVA. SPF15 es suficiente en invierno.
Las condiciones de secado del invierno pueden dejar tu cutis con aspecto opaco, así que la exfoliación suave es clave en esta época del año, y debe ser una parte habitual de la rutina. Ayuda a aclarar la apariencia de la piel y a eliminar la capa superior de las células muertas, además de permitir que la crema humectante funcione de manera más efectiva.

En invierno no saldrías en un día frío sin un buen sweater, un abrigo y una bufanda, así que piensa en tu cutis de forma similar: colocar los productos correctos para el cuidado de la piel puede proporcionar una protección adicional contra los elementos contaminantes.
6. Alimenta tu tezBuenas noticias: bienvenidos los chocolates calientes y las tazas de té en días de frío glacial. Beber suficiente líquido beneficia la piel, ya que nos mantiene hidratados y ayuda a eliminar las toxinas. Considera hasta seis y ocho vasos al día.
También aumenta el consumo de humectantes naturales para ayudar a mantener la piel flexible. Los ácidos grasos como el Omega-3 y el Omega-6 ayudan a producir una barrera natural del aceite de la piel. Encuéntralos en pescados, linaza, nueces, soja, huevos, aceites de cocina, pollo y granos.
¿Piel seca y escamosa? Es importante no lavar en exceso con limpiadores fuertes, ya que esto puede agravar la sequedad. Prueba un bálsamo, loción o agua micelar.
8. Actualiza tu baseDebido a que la piel no siempre se ve más fresca en el clima invernal, podemos tender a aplicar base en exceso. Una aplicación gruesa de base no siempre sienta bien, especialmente en una tez que es un poco seca o escamosa. Es una buena idea cambiar tu base de verano por una fórmula más rica y más hidratante, que ayudará a que la piel se vea más fresca y brillante.

Cuando tu piel esté más seca, es hora de actualizar tu crema hidratante, lo que funciona durante el verano podría no ser suficiente para lidiar con las condiciones más frías. Debes prestar principal atención a la hidratación de manera regular para ayudar a combatir la sequedad del invierno. La piel pierde flexibilidad cuando está seca, se puede agrietar, como el suelo durante una sequía. En el peor de los casos, esto puede provocar inflamación y enrojecimiento.
Busca humectantes que contengan ingredientes como ácido hialurónico y vitaminas A, C y E, para ayudar a combatir el daño causado por el clima frío.
Así como tu cuerpo se puede beneficiar de las sesiones de entrenamiento regulares, tu rostro también puede obtener los beneficios del ejercicio. Puedes ayudar a estimular la circulación, lo que activa el sistema linfático para drenar las impurezas y prevenir la hinchazón y la flacidez.

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