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Inhalador, ¿qué es y para qué sirve?
Los inhaladores son dispositivos que facilitan la acción localizada de algunos medicamentos, permitiendo la entrada directa a las vías respiratorias a través de la respiración.
De esta forma, el principio activo podrá acceder fácilmente a los bronquios y pulmones, al contrario de otras vías, además de administrarlo en dosis menores, por lo que también se reduce el riesgo de efectos adversos.
Generalmente, esta forma de administración suele usarse para tratar problemas respiratorios como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica con broncodilatadores, corticoides o una mezcla de ambos.
¿Cuántos tipos de inhaladores hay?
- De cartucho presurizado (MDI, por sus siglas en inglés), estos pueden ser de tipo convencional, con o sin aerocámara, de partículas extrafinas, de niebla fina, autodisparo (activados por la inspiración) o con espaciador incorporado.
- De polvo seco (IPS), los que pueden ser unidosis o multidosis.
- Otros como, nasal anticongestionante, nebulizador o con dosificador de mascarilla facial, este último utilizado usualmente en lactantes y niños pequeños.
Prescripción
El tipo de medicamento será prescrito por un especialista médico según las necesidades y características de cada paciente. En donde influirá la capacidad de inhalar de forma consciente y de usar el dispositivo correctamente, además del historial médico de cada persona.
Eficacia
La efectividad de este tipo de medicamento dependerá en gran parte del uso correcto de los dispositivos y administración.
Según estudios, el mal uso de los inhaladores alcanza hasta un 31% de los usuarios, por esto es necesario que un especialista médico prescriba el dispositivo más adecuado y le enseñe a utilizarlo correctamente.
Modo de uso
El uso dependerá del tipo de inhalador que sea prescrito, sin embargo, existen principios básicos en cuanto a la técnica de inhalación.
- Agitar el dispositivo antes de usar.
- Si se usa aerocámara, insertar el dispositivo antes de administrar.
- Si se usa unidosis o multidosis, se debe cargar la dosis correspondiente.
- Exhala e inhala profundamente antes de administrar el fármaco.
- Sincronizar la inhalación con la administración de la dosis.
- Aguanta la respiración durante 10 segundos aproximadamente.
- En caso de necesitar una segunda dosis esperar al menos 30 segundos respirando normalmente antes de repetir los pasos anteriores.